El tema que voy a desarrollar, trata básicamente del comportamiento del cliente al realizar una compra.
Concretamente me voy a centrar en “El proceso de decisión de la compra y sus etapas” durante ese proceso se distinguen cinco etapas las cuales son:
1º. Reconocimiento de una necesidad.
2º. Búsqueda de información.
3º. Evaluación de alternativas.
4º. Decisión de compra.
5º. Comportamiento postcompra.
Concretamente me voy a centrar en “El proceso de decisión de la compra y sus etapas” durante ese proceso se distinguen cinco etapas las cuales son:
1º. Reconocimiento de una necesidad.
2º. Búsqueda de información.
3º. Evaluación de alternativas.
4º. Decisión de compra.
5º. Comportamiento postcompra.
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Trataré de adaptar las 5 etapas del proceso de compra a una de las compras más importantes que he efectuado hasta el momento y la de mayor valor económico, la cual tuve que meditar antes de realizarla, hablare de la compra de mi coche.
Se podría decir que la necesidad por adquirir un coche en principio no fue porque me hiciera falta por un motivo en concreto, si no porque lo quería pensaba que me iba a dar más libertad y el impulso por comprarlo era muy grande. Poco a poco ese impulso cambió, porque realmente me hacía falta para ir al trabajo ya que se encontraba fuera de Elche y tenía que depender de mis compañeros para que me llevaran.
Cuando ya tenía decidido que lo iba a comprar empezó la búsqueda de qué modelo era el que más se iba a ajustar a mis posibilidades económicas, aunque ya tuviera en mente uno que en principio no me gustó nada. Primero pregunté a mis amigos que ya tenían coche si me interesaba comprarlo nuevo o de segunda mano, ya que contaba con solo dos años de carné y poca experiencia al volante. Como las opiniones eran varias al final me decanté por uno nuevo, pero empezó una nueva duda, diesel o gasolina, y otra vez a empezar la ronda de preguntas a mi familia y amigos que volvió a ser muy variopinta, entonces decidí gasolina, ya que no pensaba hacer mucho kilometraje anual y además era más económico.
Junto con mi padre (ya que yo contaba con veinte años y él tenía más experiencia) comenzó la visita a los distintos concesionarios de la ciudad y alrededores, que en un principio solo iba a mirar y a comparar distintas ofertas que me pudieran hacer. Comenzamos por ir a “Ford” (Automóviles Crespo) que tenían el modelo que a mí me gustaba y que en un principio no pero al ir viéndolo constantemente en la televisión y en anuncios por las calles fue cambiando mi opinión sobre ese modelo, me estoy refiriendo al “Ford focus”. Me hicieron un presupuesto inicial que en principio creí que estaba bien, pero al ir a Orihuela me hicieron una oferta mejor, en esos momentos es cuando mi pensamiento de solo buscar información empezó a cambiar y sin darme cuenta me vi metido en el proceso de compra ya no veía los catálogos que me dieron como el coche que quería para más adelante sino en el coche que quiera ya. Mi padre hizo mucho en ese cambio de decisión ya que era él quién me animaba a que realizara la compra, argumentando que si lo iba a hacer de todos modos para que esperar y entre las ganas que tenía yo y lo fácil que me lo hacía ver mi padre no tardé en ir a “Automóviles Crespo” para ver si me hacían una contraoferta y así fue me hizo mejor oferta ya que anteriormente había aplicado los precios sin los descuentos cosa que en Orihuela si lo habían hecho, entonces le aplicó los descuentos, además de unas mejoras en el equipamiento pero solo podía ser con los coches que tenían en la reserva y de color rojo rubí o azul oscuro, lo elegí rojo aunque a mí me gustaba verde pero fue una decisión que no me disgustó, varios unos días más tarde me llamó explicándome que las llantas que me iban a poner no eran compatibles con el modelo de mi coche y tuve que ir a mirar otras lo cual ya no me hizo mucha gracia porque no me gustaban mucho las que me daban a elegir pero como me dijeron que era por seguridad yo cogí otras pensando que iba a ser mejor.
Cuando fui a recoger el coche no fui con la ilusión que tenía al principio, porque al pasar lo de las llantas hasta el color que no me importaba empezó a importarme, pero bueno cuando monte por primera vez en el coche y lo puse en marcha todo eso se me pasó.
Unos meses más tarde hablando con un amigo mecánico de profesión, le comente lo de las llantas que por seguridad no le podían poner las de serie por problemas del radio de la rueda y sorprendido me dijo “QUEEE!!” me explicó que eso no tenía nada que ver y que las llantas que quería, eran las que fabricaban para ese modelo. Así que mi cabreo fue monumental pero no fue porque mi coche no llevara lo que yo quería que al fin y al cabo ya me daba igual sino porque me mintieron y se aprovecharon de mi desconocimiento del producto por lo que mi opinión de ese comercio cambió a peor y jamás volveré a comprar allí y jamás se lo recomendare a nadie.
Se podría decir que la necesidad por adquirir un coche en principio no fue porque me hiciera falta por un motivo en concreto, si no porque lo quería pensaba que me iba a dar más libertad y el impulso por comprarlo era muy grande. Poco a poco ese impulso cambió, porque realmente me hacía falta para ir al trabajo ya que se encontraba fuera de Elche y tenía que depender de mis compañeros para que me llevaran.
Cuando ya tenía decidido que lo iba a comprar empezó la búsqueda de qué modelo era el que más se iba a ajustar a mis posibilidades económicas, aunque ya tuviera en mente uno que en principio no me gustó nada. Primero pregunté a mis amigos que ya tenían coche si me interesaba comprarlo nuevo o de segunda mano, ya que contaba con solo dos años de carné y poca experiencia al volante. Como las opiniones eran varias al final me decanté por uno nuevo, pero empezó una nueva duda, diesel o gasolina, y otra vez a empezar la ronda de preguntas a mi familia y amigos que volvió a ser muy variopinta, entonces decidí gasolina, ya que no pensaba hacer mucho kilometraje anual y además era más económico.
Junto con mi padre (ya que yo contaba con veinte años y él tenía más experiencia) comenzó la visita a los distintos concesionarios de la ciudad y alrededores, que en un principio solo iba a mirar y a comparar distintas ofertas que me pudieran hacer. Comenzamos por ir a “Ford” (Automóviles Crespo) que tenían el modelo que a mí me gustaba y que en un principio no pero al ir viéndolo constantemente en la televisión y en anuncios por las calles fue cambiando mi opinión sobre ese modelo, me estoy refiriendo al “Ford focus”. Me hicieron un presupuesto inicial que en principio creí que estaba bien, pero al ir a Orihuela me hicieron una oferta mejor, en esos momentos es cuando mi pensamiento de solo buscar información empezó a cambiar y sin darme cuenta me vi metido en el proceso de compra ya no veía los catálogos que me dieron como el coche que quería para más adelante sino en el coche que quiera ya. Mi padre hizo mucho en ese cambio de decisión ya que era él quién me animaba a que realizara la compra, argumentando que si lo iba a hacer de todos modos para que esperar y entre las ganas que tenía yo y lo fácil que me lo hacía ver mi padre no tardé en ir a “Automóviles Crespo” para ver si me hacían una contraoferta y así fue me hizo mejor oferta ya que anteriormente había aplicado los precios sin los descuentos cosa que en Orihuela si lo habían hecho, entonces le aplicó los descuentos, además de unas mejoras en el equipamiento pero solo podía ser con los coches que tenían en la reserva y de color rojo rubí o azul oscuro, lo elegí rojo aunque a mí me gustaba verde pero fue una decisión que no me disgustó, varios unos días más tarde me llamó explicándome que las llantas que me iban a poner no eran compatibles con el modelo de mi coche y tuve que ir a mirar otras lo cual ya no me hizo mucha gracia porque no me gustaban mucho las que me daban a elegir pero como me dijeron que era por seguridad yo cogí otras pensando que iba a ser mejor.
Cuando fui a recoger el coche no fui con la ilusión que tenía al principio, porque al pasar lo de las llantas hasta el color que no me importaba empezó a importarme, pero bueno cuando monte por primera vez en el coche y lo puse en marcha todo eso se me pasó.
Unos meses más tarde hablando con un amigo mecánico de profesión, le comente lo de las llantas que por seguridad no le podían poner las de serie por problemas del radio de la rueda y sorprendido me dijo “QUEEE!!” me explicó que eso no tenía nada que ver y que las llantas que quería, eran las que fabricaban para ese modelo. Así que mi cabreo fue monumental pero no fue porque mi coche no llevara lo que yo quería que al fin y al cabo ya me daba igual sino porque me mintieron y se aprovecharon de mi desconocimiento del producto por lo que mi opinión de ese comercio cambió a peor y jamás volveré a comprar allí y jamás se lo recomendare a nadie.
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